En Nangaritza, Zamora Chinchipe, ciudadano fue declarado culpable de abusar sexualmente de la menor desde que tenía 8 años. Un Tribunal de Garantías Penales, de forma unánime, lo sentenció a 29 años y 4 meses de prisión.
En un caso que conmueve a la comunidad de Nangaritza, Zamora Chinchipe, T. V. A. J. ha sido sentenciado a la pena máxima agravada por el delito de violación contra su hijastra, en un fallo que marca la segunda condena por hechos similares para el agresor. Un Tribunal de Garantías Penales lo declaró culpable por unanimidad, imponiéndole una condena de veintinueve años y cuatro meses de privación de la libertad.
Los hechos, expuestos por la Fiscalía General del Estado, revelan un patrón de abuso recurrente que se inició en 2020, cuando la víctima apenas tenía 8 años. Estos actos continuaron hasta noviembre de 2023. La Fiscalía, encargada de la investigación, presentó al Tribunal pruebas contundentes que incluyeron valoraciones psicológicas de la niña, testimonios de sus padres y, de manera crucial, el testimonio anticipado de la menor.
Durante el juicio, la víctima relató bajo juramento que su padrastro la agredió sexualmente, amenazándola con poner veneno en su comida si no obedecía. Además, reveló que le ofrecía dinero y dulces a cambio de su silencio. La Fiscalía confirmó que, aunque el delito de violación se inició cuando la niña tenía 8 años, el abuso sexual había comenzado mucho antes, desde que la menor tenía solo 5 años de edad.
Ante la gravedad del caso y la relación familiar entre el agresor y la víctima, la Fiscalía solicitó la aplicación de la circunstancia agravante establecida en el artículo 48, numeral 5, del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que se refiere a los delitos cometidos por una persona que «comparta o sea parte del núcleo familiar de la víctima». Esta solicitud fue aceptada por los jueces, quienes incrementaron la pena en un tercio, alcanzando así la condena máxima.
Este caso resalta la importancia de las investigaciones y el sistema judicial para proteger a las víctimas de abuso sexual infantil, especialmente cuando el agresor es una figura de autoridad o de confianza.