Getting your Trinity Audio player ready...
|
Quito, 21 jun (EFE).- El Inti Raymi (Fiesta del Sol, en quechua), una tradicional celebración del mundo andino con origen incaico que festeja el solsticio de junio, dio la bienvenida al verano en Quito, la capital de Ecuador, una época cargada de artes y cultura que atrae anualmente a miles de turistas, tanto nacionales como extranjeros.
La fecha central del Inti Raymi es el 21 de junio, cuando el sol alcanza su punto más cercano a la Tierra y da lugar en el hemisferio sur al día más corto y a la noche más larga del año. Este evento coincide con el cambio de ciclo agrícola y el inicio de la época seca en la sierra andina, el momento del año donde el sol luce más radiante sobre la capital ecuatoriana.
Así, en Quito, calles, plazas y parques de diversos barrios del centro de la ciudad, uno de los mejor conservados de Latinoamérica, y que desde 1978 está declarado como patrimonio cultural de la humanidad, acogen en estos días distintos desfiles con música, danzas y zapateo para festejar una de las fechas más señaladas dentro del calendario andino.
El Inti Raymi supone el inicio de temporada cosecha, una vez que la ‘pachamama’ (madre tierra) ha dado los frutos cultivados en meses previos.
Por ello, en agradecimiento por los frutos y alimentos obtenidos, el Inti Raymi también va acompañado de ofrendas compuestas de flores, granos y frutas en torno a una fogata, mediante ceremonias llamadas ‘pambamesas’ (comida comunitaria).
Reencuentro con la cosmovisión indígena
Una de las celebraciones más numerosas del Inti Raymi es organizada por un grupo de universidades en torno al tradicional parque El Arbolito, al son de instrumentos como el rondín, la armónica, la guitarra y el violín.
Entre los danzantes no faltaron tampoco personajes de la cosmovisión andina como el diablo ‘aya uma’ , un colorido ser ancestral de la cosmovisión andina ecuatoriana que lidera los bailes y las celebraciones, caracterizado por una cabeza con dos caras (una delante y otra detrás), que representan la dualidad del mundo andino: el pasado y el futuro, la noche y el día.
A esta celebración se sumó el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, quien expresó que el Inti Raymi representa un espacio de reencuentro con la cosmovisión indígena, la reciprocidad y la revitalización de las tradiciones que se remontan a tiempos prehispánicos.
«Qué lindo es que estemos en este Quito milenario, un pueblo que tiene en los pueblos (preincaicos) Kitu Kara y en los Yumbos, y en todos nuestros pueblos ancestrales la esencia misma de nuestra identidad”, señaló Muñoz.
Corpus Christi: más de 70 alfombras de flores
Este año, el Inti Raymi también coincidió con el Corpus Christi, una de las principales celebraciones católicas que se celebra en Quito desde la época colonial, con grandes y coloridas alfombras de flores en el centro histórico de la ciudad para adornar la procesión del Corpus Christi, que tendrá lugar el domingo.
Serán un total de 70 mantos florales con distintos diseños, impulsados por el fervor religioso y la creatividad de sus habitantes, en una manifestación de devoción con las flores, uno de los elementos más representativos de la ciudad que se exporta a buena parte del resto del mundo.
Estas celebraciones y rituales suponen la inauguración de un amplio calendario de más de 200 actividades culturales durante la época estival en distintas partes de la ciudad, con tres grandes festivales que buscan consolidar la diversidad cultural de la capital de Ecuador. EFE