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Nicolás Ramírez, un niño prodigio desde temprana edad, ha cautivado a todos con su increíble talento y dedicación.
A los 5 meses, ya pronunciaba palabras como papá y mamá, demostrando una sorprendente rapidez y conciencia del mundo que lo rodeaba. Su amor por la lectura lo llevó a devorar 7 libros a la semana, convirtiéndose en un ávido lector desde temprana edad.
A los 4 años, su padre lo introdujo en el mundo de los juegos de mesa y el ajedrez, donde Nicolás brillaba con destreza. Jugando con adultos en la biblioteca departamental, pronto se ganó el apodo de «el niño genio». Con el tiempo, su pasión por el ajedrez lo llevó a entrenar arduamente, acumulando títulos en torneos locales y nacionales.
A los 8 años, Nicolás viajó a los Estados Unidos, donde impresionó a todos con sus habilidades ajedrecísticas, ganando torneos y recibiendo homenajes. Su sed de conocimiento lo llevó a España, donde continuó compitiendo y perfeccionando su juego. Actualmente, con 19 títulos de campeón de ajedrez en Colombia, sueña con ser campeón mundial y anhela ser un gran periodista.
Además de su pasión por el ajedrez, Nicolás disfruta de la música clásica, resuelve el cubo Rubik en segundos, toca el piano y juega videojuegos.
A pesar de sus logros, conserva la inocencia y la alegría de ser niño, animando a todos a perseguir sus sueños, creer en sí mismos y mantener viva la felicidad en sus corazones.
¡Un verdadero ejemplo de determinación y alegría para todos los niños del mundo!
