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El parque termoeléctrico es clave para superar los apagones generalizados. Ahora mismo, Ecuador afronta una crisis eléctrica debido a la falta de inversión en nueva generación y por el estiaje.
El parque termoeléctrico es de 1.900 megavatios, pero solo funciona la mitad.
La realidad de las termoeléctricas cobra importancia en medio de los apagones generalizados en el país, por los estragos del estiaje, por la poca inversión en nueva generación y también por la falta de mantenimiento del parque termoeléctrico.
El Gobierno de Daniel Noboa asumió el poder -a finales de noviembre de 2023- en medio de una crisis eléctrica. Incluso, en diciembre de ese año hubo apagones.
Y, el abril de 2024, el presidente Noboa se vio obligado a declarar la emergencia ante los repentinos apagones, según dijo, por «la extensión de la sequía, el incremento de las temperaturas, la falta de mantenimiento a toda la infraestructura del sistema eléctrico en años anteriores y la presencia de niveles de caudales mínimos».
Pero esa alerta había sido notificada por el Operador Nacional de Electricidad (Cenace) al Gobierno de Noboa en enero de 2024, cuatro meses antes de la primera emergencia eléctrica.
Esa alerta partió de un pedido de información -que hizo el Viceministerio de Electricidad y Energía Renovable el 26 de diciembre de 2023- sobre el sector eléctrico con la intención de tomar acciones o emitir directrices de forma oportuna ante el próximo estiaje (abril de 2024).
Al respecto, Cenace preparó un documento titulado “Análisis de Suficiencia en el Mediano Plazo para el Abastecimiento de Electricidad durante el siguiente estiaje (2024 -2025)”, con base al cálculo de 50 escenarios hidrológicos entre enero 2024 – diciembre 2025.
El informe fue entregado al Viceministerio de Electricidad el 19 de enero de 2024.
Del cálculo de 50 escenarios hidrológicos, Cenace presentó tres casos proyectados:
Caso 1: Se considera la indisponibilidad por mantenimientos programados reportados por los generadores para el Plan Bianual de Operación del Sistema Nacional Interconectado (SNI).
• Caso 2: Se considera el Caso 1 más la indisponibilidad histórica no programada de generación térmica.
• Caso 3: Se considera el Caso 2 más el retraso del ingreso de la nueva generación (Alluriquín y
Bloque de 400 megavatios (MW) firmes).
De hecho, Alluriquín, que es parte del proyecto hidroeléctrico Toachi Pilatón, debía entrar en operaciones en 2022, luego se postpuso para 2023 y ahora, la nueva fecha de inicio de operaciones es diciembre de 2024.
Esta semana, las autoridades del Gobierno, entre ellas el presidente Daniel Noboa, constataron el montaje electromecánico en la central, que actualmente posee un avance de obra del 98%.
La culminación de los trabajos en Alluriquín significarán un aporte adicional de 204 megavatios.
Informe de Cenace
En la parte medular, el informe revela la importancia del parque termoeléctrico:
«…para cubrir el criterio de suficiencia del Plan Maestro de Electricidad (límite del 10% con el escenario de 90% de probabilidad de excedencia), es necesario el ingreso adicional de 475 MW de generación con al menos el 85% de factor de planta, para el inicio del estiaje 2024-2025 (mes de septiembre 2024). Para ello, se recomienda la utilización de combustibles fuel oil 6, cuya disponibilidad ha sido informada por Petroecuador. Adicionalmente, es importante destacar que, los 475 MW no cubren retrasos de los proyectos informados en el Plan de Expansión. Por último, el ingreso adicional de generación permitirá viabilizar los requerimientos de mantenimientos ya que, por la capacidad de generación restringida, no han podido ser programados».
Un parque térmico antiguo
El informe de Cenace reconoce la antigüedad del parque térmico, pues presenta una alta probabilidad de indisponibilidad (mantenimientos emergentes), lo cual afecta la programación de los despachos de mediano y corto plazo.
Las centrales térmicas -con más de 40 años de antigüedad- suman una capacidad nominal de 557,3 megavatios (con corte a 2023).
Contando con el antiguo parque termoeléctrico y con el nuevo, actualmente, las termoeléctricas inyectan 1.900 megavatios, pero según cálculos de expertos eléctricos, solo funcionaría la mitad, es decir, 950 megavatios.
Cabe resaltar que el déficit de generación de Ecuador era de 1.080 megavatios para 2024 antes de que comiencen los cortes de luz.
Pero, tras la decisión del gobierno Colombiano de limitar totalmente la venta de energía a Ecuador, el déficit llegaría a alrededor de 1.400 megavatios.
Además del alquiler y compra de generación térmica, es clave el mantenimiento del parque termoeléctrico del país.