Este miércoles 1 de octubre de 2025, las comunidades indígenas de Tungurahua, a través del Movimiento Indígena de Tungurahua (MIT), inician su participación en el Paro Nacional convocado en Ecuador, como resultado de la falta de respuesta del presidente Daniel Noboa a las demandas presentadas por los sectores sociales de la provincia.
Desde las 08:00 de la mañana, los manifestantes comenzarán a reunir a las comunidades y, de manera progresiva, se procederá al cierre de vías en diversas localidades de la provincia. Este paro surge como una protesta contra lo que el movimiento indígena califica como un “silencio cómplice” del gobierno ante las exigencias de los pueblos originarios y las organizaciones sociales de Tungurahua.
El Comunicado de los Movimientos Sociales
El 29 de septiembre, en el Parque Montalvo de Ambato, las organizaciones sociales y comunidades de Tungurahua entregaron un documento con sus demandas al Ejecutivo, representado por la gobernadora Daniela Llerena. En esa oportunidad, la funcionaria aseguró que el presidente Daniel Noboa daría una respuesta en un plazo de 24 horas. Sin embargo, dicho plazo ha vencido y hasta la fecha no ha existido un pronunciamiento oficial ni voluntad alguna de diálogo.
El comunicado emitido por el Parlamento de los Pueblos y Sectores Sociales de la provincia es claro en expresar el desprecio hacia el silencio del gobierno. “El silencio es complicidad con la represión y con los crímenes de Estado”, asevera el documento, aludiendo a la falta de respuesta frente a las demandas históricas de los pueblos indígenas y sectores sociales.
Exigencias y Llamado a la Resistencia
Ante esta falta de respuesta, el Parlamento de los Pueblos de Tungurahua ha resuelto convocar a una serie de protestas y acciones de resistencia en toda la provincia. Las comunidades, transportistas, sindicatos, estudiantes, mujeres, jóvenes, y colectivos urbanos y rurales se han unido a esta lucha por la justicia, la democracia y la soberanía.
Uno de los puntos principales de la protesta es el rechazo a la consulta popular y el referéndum convocados por el presidente Noboa, los cuales consideran que buscan concentrar el poder, eliminar los derechos colectivos alcanzados a través de la lucha y resistencia, y legalizar el saqueo de los recursos del Estado y de la naturaleza en beneficio de las élites económicas.
El movimiento indígena de Tungurahua también denuncia lo que consideran como una “dictadura de facto” impuesta por el presidente Noboa, quien, según ellos, gobierna con represión, asesinando al pueblo, comprando voluntades y despreciando la vida y la democracia.
La Resistencia de Tungurahua: “No Se Vende, No Olvida”
El llamado a la unidad y la resistencia es firme. Las comunidades de Tungurahua han expresado que no se dejarán dividir ni silenciar por los intereses económicos y políticos que se esconden detrás de las políticas del gobierno central. En su mensaje, recalcan que el dinero, la manipulación mediática, los bonos y los discursos falsos no lograrán apagar la dignidad colectiva de un pueblo que lucha por su futuro y su soberanía.
“El dinero, los tractores, los puercos, los bonos, los tiktokeros pagados sin conciencia y memoria, los relatos plagados de mentiras difundidos por medios de comunicación que responden a las élites económicas, no podrán dividir ni silenciar la dignidad colectiva de una provincia digna y trabajadora”, enfatiza el comunicado.
La resistencia de Tungurahua es un grito en defensa de la democracia, la justicia social y el respeto por los derechos humanos. En este contexto, la provincia se convierte en un símbolo de lucha contra el abuso de poder y la corrupción, exigiendo un cambio real y la construcción de un Ecuador más justo para todos.
Un Futuro en Juego
Este Paro Nacional 2025 se perfila como un punto de inflexión en la historia reciente de Ecuador. La resistencia de Tungurahua y otras provincias del país refleja el descontento de amplios sectores sociales ante lo que perciben como un retroceso en los derechos y la democracia. La jornada de lucha que se inicia este miércoles no solo es una manifestación de rechazo a las políticas del gobierno actual, sino también una declaración de principios: la defensa de la vida, la tierra, y la dignidad de los pueblos.
Con este paro, las comunidades de Tungurahua envían un mensaje claro: no están dispuestas a callar ni a rendirse frente a la injusticia. “Tungurahua no se vende. Tungurahua no olvida. Ecuador no olvida”, concluye el comunicado, recordando a todos los ecuatorianos que la lucha por la democracia y la justicia continúa.