Tragedia en Queens: Migrante ecuatoriano muere repentinamente mientras paseaba con su perro

Nueva York, EE.UU. — Lo que comenzó como una caminata rutinaria junto a su perro terminó en tragedia para Ricardo Orellana, un migrante ecuatoriano de 38 años que colapsó inesperadamente en las calles de Queens, dejando en shock a toda la comunidad latina del vecindario.

Ricardo, oriundo de Paute, Azuay (Ecuador), era mucho más que un trabajador de la construcción y pintor: era un luchador, un amante del deporte y un símbolo de esfuerzo para los suyos. Había superado la dura batalla contra el COVID-19 durante la pandemia, y parecía tener una nueva oportunidad en la vida. Pero este 1 de septiembre, el destino tenía otros planes.

“Salió como todos los días… y nunca regresó”, cuenta entre lágrimas un amigo cercano.

Según testigos, Ricardo se desplomó sin previo aviso mientras paseaba cerca de su casa. Aunque quienes lo acompañaban intentaron reanimarlo y los paramédicos llegaron al lugar rápidamente, nada se pudo hacer. Fue declarado muerto en la escena. La autopsia revelará en los próximos días la causa exacta del fallecimiento.

🌹 Flores, velas y lágrimas en la esquina donde cayó

La esquina donde Ricardo colapsó se ha convertido en un pequeño altar improvisado. Vecinos, amigos y familiares han dejado ramos de flores, velas encendidas y mensajes escritos a mano. Un homenaje sencillo, pero cargado de amor y dolor.

“Era una gran persona, siempre con una sonrisa. Ayudaba a todos”, recuerda su cuñado, Juan Cisalima.

🇪🇨 Un último viaje de regreso a casa

Ahora, sus seres queridos enfrentan un nuevo reto: llevar su cuerpo de regreso a Ecuador, para que pueda descansar en su tierra natal. Por ello, han iniciado una campaña en GoFundMe para recaudar fondos que cubran los gastos fúnebres y la repatriación.

🕊️ Puedes apoyar aquí 👉https://www.gofundme.com/f/c3cyvk-recaudacion-de-fondos-para-los-gastos-funebres

🙏 Unidos por Ricardo

Historias como la de Ricardo Orellana no deberían pasar desapercibidas. Representa a miles de migrantes que, pese a las adversidades, trabajan duro, sueñan en grande y dejan una huella imborrable en los lugares que pisan.

Hoy, su comunidad llora. Pero también se une para recordarlo como lo que fue: un ejemplo de esfuerzo, humanidad y esperanza.

Publicaciones relacionadas

Aumenta la presión de EE. UU. sobre Nicolas Maduro: Ofrecen $50 millones por su captura

Familia ecuatoriana cultiva papas en su jardín en Estados Unidos y se desata una lluvia de comentarios

Concierto de Damas Gratis en Bogotá termina en tragedia: Un muerto y varios heridos