Vecinos de la ciudad de Guayzimi se encuentran alarmados ante el desorden y la falta de seguridad en los trabajos que empresas contratadas están llevando a cabo en pleno centro urbano. Las obras, que incluyen el arreglo de alcantarillado y la mejora de infraestructuras viales, han sido ejecutadas de manera irresponsable, poniendo en grave peligro a la ciudadanía.
Durante los últimos días, se han reportado varias situaciones de riesgo debido a la falta de señalización adecuada en los puntos de trabajo. Las alcantarillas, algunas de ellas abiertas y con más de 5 metros de profundidad, no cuentan con ningún tipo de protección ni aviso que advierta del peligro, lo que constituye una amenaza inmediata para los peatones, especialmente para niños y personas mayores.
Los residentes de la zona han expresado su preocupación ante la desorganización evidente en las labores, señalando que las obras están siendo realizadas de manera caótica, sin un cronograma claro ni medidas de seguridad visibles. Los reclamos ciudadanos no se han hecho esperar y, en muchos casos, se han dirigido al alcalde Francisco Cordero y directamente a los concejales del municipio, quienes fueron elegidos con el compromiso de fiscalizar y garantizar la correcta ejecución de los proyectos del GAD de Nangaritza.
“Nos sentimos completamente abandonados. Los concejales en campaña nos prometieron vigilancia constante de estas obras, pero hasta ahora no hemos visto ninguna acción que garantice nuestra seguridad. Es más, parece que la empresa encargada está haciendo lo que quiere, sin ninguna supervisión”, comentó uno de los afectados.
Los ciudadanos piden a las autoridades municipales, en especial a los concejales, que tomen cartas en el asunto de manera urgente. Aseguran que la situación ya ha llegado a un punto insostenible y exigen una pronta solución que evite posibles accidentes que podrían tener consecuencias trágicas.
Se hace un llamado a la empresa responsable para que se comprometa a realizar los trabajos de manera organizada y segura, y se exige a los concejales que ejerzan su rol fiscalizador con la seriedad que el caso amerita.